No muchos de mis restaurantes recomendados se encuentran en el tramo principal de Collioure por la buena razón de que los restaurantes no necesitan esforzarse mucho para conseguir asientos y a menudo se paga por las vistas.

Sin embargo, quería incluir uno o dos restaurantes en la playa para aquellos que deseen disfrutar de hermosas vistas y del ambiente, así que si le apetece tapear y tomar una copa (o tres) de algo, Chez Simone es una buena opción, donde el encanto local se une al espíritu de convivencia de las tapas para ofrecer un colorido festín de tapas con maravillosas vistas.

Fundado por Thomas García en el año 2000, Chez Simone comenzó como un snack bar, pero Thomas se unió a sus amigos chefs, Jimmy, Arnaud y Cyrille, para convertirlo en un restaurante de tapas que sirve comida de origen local según la temporada.

Empezando con “Tapas et Platillos”, donde las Patatas Bravas y el Tomme de brebis, con seis meses de curación, se maridan con chutney de temporada, junto con Anchois de la Maison Desclaux, que vienen con una crema ácida de aceitunas verdes, mientras que el Dúo de Saucisson y Chorizo Bellota es bueno para una dosis de embutidos.

Para los platos principales, el 'Tatare de boeuf' con salsa especial de Simone o la Paleta de Cebo Ibérica, envejecida durante 22 meses, son buenas opciones, al igual que el Noix de Saint-Jacques, ligeramente chamuscado a la perfección.

Para los que les guste un poco de todo, el menú Pica-Pica y el menú Degustación ofrecen un surtido de tapas, para que no tengas que elegir y esperar a que lleguen los platos catalanes franco-españoles.

Por último, los postres fiables son la tradicional Espuma de crème catalana, aireada y dulce, y, para los adictos al chocolate, un misterioso postre de chocolate para terminar la comida con una nota dulce.